Ser un INDÍGENA… ser un auténtico Hijo de PUTA

Hay dos tipos de racistas:

El racista clásico, aquel que saca la lengua de manera pérfida y obscena, el que dice, «negrete», «indio serrano», «amarillo», «cholo de mierda», etc. Tal racista, lo admite y es tajante y firme en sus convicciones. Un auténtico Nazi.

El racista pos-moderno, en cambio, se esconde bajo la mea culpa del colonialismo europeo y bajo el aura de proteger a todas esas culturas originarias tan indefensas en américa.

Hace un mes conocí a una española en Pichanaki (alta selva peruana). Cuando le pregunté, ¿qué se siente estar en un país tan influenciado por la cultura española? Ella respondió que sentía vergüenza de lo que habían hecho sus antepasados y que ella nunca permitiría que jamás alguien le vuelva a hacer daño a los indios.

Batalla entre Mapuches y Españoles

Yo me quedé boquiabierto… Déjenme explicarles, yo soy mas o menos un latino común y corriente que encuentras por ahí o por allá en las calles de sudamérica. Oséa un latte macchiato con una gran parte indio indígena en su sangre. La señorita esta había partido desde España para venir a protegerme a mi. Al pobre indio.

Si hay una película que prueba, o al menos, representa mi punto de vista en la anécdota mencionada, es Green Inferno (Dir. Eli Roth 2013) que trata de un grupo de jóvenes activistas que buscan salvar a una tribu de la selva peruana, cuya existencia se ve amenazada por una compañía de gas que arrasa con su territorio. Ellos se infiltran disfrazados de trabajadores en el campo de la compañía en medio de la selva peruana. Haciendo un flashmob de protesta boicotean a la compañía y luego proceden a huir en una avioneta. Todo un éxito. ¿Verdad? No del todo porque la avioneta falla, y se estrella en medio de la selva. La mitad de ellos muere y los únicos sobrevivientes quedan varados en medio del llamado «Infierno Verde» (hence the title of the film) a miles de kilómetros de la ciudad. En ese momento son repentinamente apresados por la tribu que ellos querían defender, lamentablemente los activistas están disfrazados del «enemigo», por lo que son sometidos a las peores torturas y son canibalizados en vida por las «víctimas» de la compañía de gas.

El día de hoy se pinta con color rosa a todos los pueblos originarios de américa. Los guaraníes, quechuas, sioux, araucanos, etc. son los buenos, e ingenuos seres, que fueron aplastados por esa fría maldad ilustrada europea. Los pobrecitos desprovistos de todo, carentes de todo, y sin bocado de la manzana del todo.

Eso es el racismo pos-moderno.

En el racismo pos-moderno se desprovee totalmente de maldad, algo auténticamente humano, a los pueblos previamente sometidos por las potencias europeas en los siglos pasados.

El mito de Rousseau

Es decir que yo, el latte macchiato soy víctima de la invasión europea, por lo tanto se esperan ciertos rasgos de mi. Tengo que ser ingenuo, medio primitivo, tengo que creer parcialmente en los apus, si hablo quechua mejor, y si tengo la piel café… perfecto.

Jódanse.

Los pueblos originarios de américa también eras sádicos, perversos, y repugnantes hijos de la gran puta. Huascar cortaba narices, Atahualpa desollaba y le cortaba los vientres a mujeres gestantes, los pieles rojas se quitaban las cabelleras a cuchillazo limpio entre sí, y algunos de la amazonia eran antropófagos.

 

Negar el atisbo de maldad a los pueblos de américa es racista y sobre todo, inhumano. Los humanos además de ser solidarios, desinteresados, calurosos, honestos, y virtuosos; también pueden ser los seres más viles, crueles, y malvados de este globo. Desde la literatura de Clorinda Matto de Turner hasta hoy, el indio es esa figura benevolente, cercana a su tierra, que desconoce, la envidia, la pereza, el encono, y la malicia. Es la más completa deshumanización de los pueblos de américa. Nosotros, las eternas víctimas de Europa y Norteamérica Anglosajona.

Un ser ingenuo, primitivo, y de pura bondad; nunca será considerado como un igual. Ni nosotros mismos, los que tenemos raíces originarias, podremos anhelar nada sino salimos del estereotipo marcado por las sociedades europeas. Ojo, no estoy haciendo un llamado para sacrificar niñas de trece años en las montañas, pero si hago un llamado a tomar en cuenta que nuestro antepasados hacían precisamente eso.

La crueldad no es propia de los románicos, germánicos y celtas; sino también de los quechuas, aymaras, araucanos, shipibos, guaraníes, y demáses….

Quizá este es el momento en que debamos agarrar un libro de historia y que aprendamos que la vida antes de los españoles tampoco era un paraíso. No era que todos vivían desnudos en un paraíso de vegetación, comida, y poco trabajo. Tan felices en su ignorancia, libre de todo pecado traído por los europeos.

¿Necesitamos a un Bartolomé de las Casas en el siglo XXI?

¿O acaso podremos defendernos solos?

Escrito por un culto chico latino de piel cobriza que no habla quechua.

29/03/2017

 

 

 

Autor: Radwulf93

My name is Raúl Valero and I was born just next to the great Titicaca lake in the peruvian side of the border. Since I was fifteen years old I have shown interest for movies and in my early twenties for languages in general. I'm deeply in love with cinema and european languages alike. "Kinolingua" stands for "Kino", that is "cinema" or "movement"; and "lingua", for "tongue" and "language". I was thinking about writing a long biography, but I guess it would be just an egocentric literary jerk-off. If you have any questions about me, feel free to write me an e-mail to "rauval1@gmail.com" . I hope you enjoy my blog. Sincerely, R.

Un comentario en “Ser un INDÍGENA… ser un auténtico Hijo de PUTA”

  1. Me ha hecho pensar mucho tu post. He intentado rebatirlo por varios ángulos pero ha sido difícil. Hay algo en lo que no concuerdo pero se me hace difícil identificarlo. Trataré de simplificarlo en que el punto de vista personal es el que debe primar, el cómo nosotros nos sintamos (asumiéndonos ese pueblo latte macchiatto descendiente de los antiguos indios) y aunque gran porcentaje de la intelectualidad europea esté libre de prejuicios de superiorización, otro sector y el común del poblador occidental sí tienen una visión ‘remordimental’ respecto a la criatura que engendraron. Yo sí asumo que los serranos (dejo a un lado negros y demás minorías) son seres completos, dentro de su entorno, los he llegado a apreciar en su intrínseca humanidad, lejos de las grandes urbes: ingeniosos, bromistas, malvados y dañinos también. Pero en las ciudades los encasillamos en una caricatura de ser humano y son pocos los que se convencen de que ese no es su papel. Dices bien que el cambio de apreciación se debe dar desde todo rincón del globo, y que esa cariñosa palmadita en la espalda es también un dañino golpe discriminador que inocentemente nos asestan y asestamos a nuestra identidad primigenia.

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