Nosotros los latinos con tanta salsa, alegría, y fuego, tanta vida y sabor hemos dado a la lengua castellana. ¡Nuestra lengua! En cambio, miren a los «españoles» todos fríos y con un ceceo (pronunciación del fonema /θ/ en palabras con «c» o «z» a diferencia del fonema /s/) tan distinto y ajeno a nosotros.
¿Qué cambió todo? ¿Por qué no ceceamos como los «españoles»?
Respuesta: «Nosotros no ceceamos como los españoles, porque seseamos como los españoles».
¿Confundidos?
Déjenme explicarles.
Retrocedan 400 años atrás en el tiempo: Sevilla a mediados del siglo XVI. De todos los puertos de España, Sevilla es elegida como la ciudad privilegiada de donde todos los barcos partirán a américa y donde llegarán todas las riquezas del nuevo mundo.
Todos los que quieran partir plus ultra o más allá del mar (como el lema de la bandera española), tienen que ir a esta ciudad y esperar un tiempo hasta poder partir. Y asimismo convivir con una gran mayoría de población seseante.
Todos los Pizarros y Hernán Cortezes, que se pueden imaginar salieron con sus gentes de este puerto.
Una vez en américa, a la hora de instruir a nuevas personas en la lengua castellana, no se va a usar el ceceo de Madrid, dado que todos los recién llegados de Sevilla, van a sesear. Además, resulta mucho más fácil reemplazar las ss, cs, y zs, con una simple /s/, que incluir la difícil /θ/.
Cabe mencionar que hasta el día de hoy la forma Sevillana de hablar y en general la forma de hablar del sur de España difiere mucho de la forma del norte, como de Madrid por ejemplo.
Ese je ne sais quoi, o en castellano ese yo no sé qué, de latino américa fue exportado de Andalucía, tierra de fuerte influencia árabe morisca.
Miren este vídeo si no me creen:
Si se van a centro américa, a Venezuela, a Colombia, o a Chile, van a notar que muchos no pronuncian las últimas consonantes de las palabras.
Perú: «Dame veintitrés galones de gasolina».
Chile: «Dame veintitré galone de gasolina».
Si os vais a Andalucía, muy a pesar de que en ciertas zonas ceceen, los andaluces omiten las consonantes finales. Los países ya mencionados son los herederos lingüísticos de esta forma de hablar.
Así que no es que hablemos distinto que los españoles. Simplemente hablamos distinto que la mayoría de españoles, y sobre todo que aquellos del norte de España. Pero los sureños son nuestros antepasados lingüísticos, por decirlo de alguna manera.
Sea como sea, ceceando o seseando, hablamos castellano, una hermosa lengua de cientos de años. Pero si en Sevilla todavía sesean, quizá no deberíamos olvidar que un lejano antepasado nuestro pudo haber zarpado de ahí.
Escrito por Raúl «Radwulf» A. Valero Chávez
20/03/2017
Fuentes:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-36896631
http://exploramex.com/epocaColonial/seseo.htm