Crisis de Venezolanos

Algo está pasando en todo el país. En cada rincón de las principales ciudades están apareciendo seres con un acento distinto e incluso con los colores de su país de procedencia.

¿Cómo así aterrizaron a éstas tierras?

Si antes teníamos como alienígenas a los cholos de la puna (escribo estas línea mientras me acomodo las antenas), ahora tenemos a estos bronceados que se comen las consonantes finales.

¿Desastre? ¿Verdad?

Pues, como ya lo plantee un párrafo atrás, lo de las inmigraciones no es una cosa del otro mundo.

Esto ya pasó antes y volverá a pasar. Una y otra vez. Hasta el fin de los tiempos.

La crisis venezolana, está sucediendo y no creo en una vuelta atrás. Pues, no la hay.

No pretendo aproximarme al problema desde el punto de vista típico del burgués limeño que aboga por un multiculturalismo (y de paso, mano de obra aún más barata para sus negocios), pues yo no estoy perdiendo ningún trabajo.

Me quitaré el sombrero el día que Milagros Leiva acoja a un venezolano en su casa. Aunque creo que todos sabemos que eso no va a pasar.

Hay varios hermanos peruanos que se están viendo desplazados por nuestros hermanos venezolanos (uso la terminología miedica de Belmont para apelar a la audiencia sentimental de kinolingua).

¿Qué hacer?

Creo que pocos son conscientes del rol que desempeña un alcalde, pero creo que cualquier persona con un mínimo de entendimiento adivinará, que un alcalde NO SE ENCARGA DE LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS.

Esto lo escribo en referencia a las declaraciones hechas por los dos postulantes a la alcaldía Ricardo Belmont y Daniel Urresti (que de hecho recordó que ésta no es su competencia profesional).

A comparación de Belmont, que lo único que hizo fue simpatizar con más votantes. Urresti, por el contrario, sí lanzó una propuesta para sobrellevar la actual crisis.

Antiguamente, cuando las poblaciones inmigrantes llegaban a cualquier país, este les brindaba tierras para que las trabajaran. Algo similar sucedió con los austro-alemanes, cuyos descendientes hoy se encuentran en Pozuzo. De hecho los alemanes, suizos, y suecos, que han emigrado a distintos lugares del mundo como a Rusia o Estados Unidos, se establecieron en las zonas rurales dedicándose a la agricultura.

Tomemos en cuenta que en esos tiempos la mayoría de los que venían, no eran precisamente mano de obra calificada (como sucedió en Perú durante la inmigración de chinos culíes).

Los venezolanos que están llegando son de distintos ámbitos profesionales; desde doctores, arquitectos, abogados, artistas hasta meseros, albañiles, o prostitutas (sí, sonrojaos).

El día de hoy muchos de ellos están ocupando los puestos de meseros y de vendedores ambulantes. Y muchos de ellos son profesionales en distintos ámbitos de letras y números.

¿Qué demonios hacen ahí?

Lo peor de todo es que ahora se está creando un resentimiento (con justa razón a mi parecer) de peruanos cuyos puestos de trabajo son arrebatados por personas que están dispuestas a ser explotadas por aún menos dinero, al encontrarse en una situación desesperada.

Es una crisis.

Pero ya hay países que han pasado por esto. Nada de esto es nuevo bajo el sol.

Daniel Urresti el candidato a la alcaldía propuso algo que resulta muy lógico. Si nos llega gente altamente capacitada, ¿por qué no enviarla a zonas donde la mayoría de peruanos no va a trabajar?

El Perú es un país centralista y en Lima tenemos a un tercio de la población aglomerada en sus calles.

Las provincias requieren profesionales de peso. ¿Por qué no enviarlos a esas zonas?

No solo sería un beneficio para el estado y la población, pero también para los propios venezolanos que podrían ejercer las carreras a la cual ellos están dedicados.

Y respecto al hecho que muchos venezolanos están siendo explotados vilmente por varios «emprendedores peruanos», dejadme deciros que el problema de fondo no son los venezolanos que trabajan en la informalidad.

El problema de fondo ES LA INFORMALIDAD.

Esta crisis es oro. Gracias al descontento de la gente ahora se podrían tomar medidas para regular el comercio ambulatorio y el trabajo en varios sectores.

Esta es la oportunidad de oro, que no se puede desperdiciar. De lo contrario si lo único que se hace es hacer oídos sordos, es posible que esto sea alimento para varios tipos de movimientos xenófobos.

Si hay algo claro es que la mayoría de venezolanos se van a quedar en Perú. Para bien o para mal esa es la realidad. Punto.

Ahora se tiene que implementar políticas responsables para su uso al estado y pueblo peruano, y su futura integración.

No hay que olvidar que en comparación a los chinos, japoneses, o alemanes, que han llegado a nuestro país a lo largo de la historia republicana; los venezolanos son extremadamente similares a nosotros.

Ellos hablan español, suelen ser conservadores, y apuesto a que muchos de ellos son igual de cristianos que la mayoría de peruanos.

¿De qué carajo nos quejamos?

El obstáculo de la «integración» que está presente en varios países industrializados como en Alemania, Estados Unidos, o Francia; es casi inexistente acá.

Los venezolanos son igual de latinos que nosotros. No son nada del otro mundo.

Para concluir, creo en que se debería regular la entrada de los venezolanos, creo que SOBRETODO se debería APROVECHAR la situación para regular de una bendita vez por todas las condiciones laborales actuales, creo que la «crisis venezolana» es la mejor que podemos tener para luchar por una sociedad equitativa.

Sin embargo, todo esto será el sueño húmedo de un puto caviar sin el grito y el movimiento por las causas correctas. Si esta situación no se aprovecha para un buen cambio, temo que el día de mañana habrán grupos fascistas con ideas arraigadas en la xenofobia, tocando las puertas del ya pútrido palacio de gobierno.

Radwulf

03/09/2018

Autor: Radwulf93

My name is Raúl Valero and I was born just next to the great Titicaca lake in the peruvian side of the border. Since I was fifteen years old I have shown interest for movies and in my early twenties for languages in general. I'm deeply in love with cinema and european languages alike. "Kinolingua" stands for "Kino", that is "cinema" or "movement"; and "lingua", for "tongue" and "language". I was thinking about writing a long biography, but I guess it would be just an egocentric literary jerk-off. If you have any questions about me, feel free to write me an e-mail to "[email protected]" . I hope you enjoy my blog. Sincerely, R.