Hace unos días vi por primera vez uno de los musicales más legendarios de Broadway. La historia, aunque proporcionalmente con muchos más elementos de comedia y romance, me resultó paradójicamente perturbadora.
Para aquellos que no lo conocen, Cabaret es un musical hecho por John Kander, Fred Ebb y Joe Masteroff basado en el libro Goodbye Berlin de Christopher Isherwood. La historia trata de la vida de Clifford Bradshaw, un tímido novelista estadounidense, que se retira por una larga temporada a Berlín para poder escribir su novela, lo cual se le dificulta al enamorarse de una enigmática cantante y bailarina de un club nocturno (el legendario Kit Kat Klub) y al verse involucrado indirectamente con la fatídica expansión del partido nazi en todas las ramas de la sociedad alemana.
Si hay un canción que para mi es una de las pocas, capaces de erizarme la piel es la llamada: Tomorrow belongs to me («Mañana me toca a mi» o la traducción literal «(El) Mañana me pertenece»).
Aparentemente esta es solo una hermosa canción llena de vitalidad y compañerismo. Sin embargo a pesar de la benigna melodía y el conmovedor inicio folclórico alemán, el trasfondo ideológico de la letra resulta verdaderamente aterrador. Para demostraros mi punto aquí os dejo mi traducción (lamentablemente la cadencia musical se pierde por motivos de precisión lingüística):
El sol en el prado es veraniegamente cálido
El ciervo en el bosque corre libremente
Pero reuníos juntos para saludar a la tormenta
El Mañana me pertenece
La rama del tilo es frondosa y verde
El rin da su oro al mar
Pero en algún lugar una gloria espera inadvertida
El Mañana me pertenece
O Patria, patria, enséñanos el signo
Que tus hijos han esperado ver
El Mañana vendrá cuando el mundo sea mío
El Mañana me pertenece
Lo irónico es que ésta canción fue hecha con fines artísticos por dos judíos que querían capturar en una canción el espíritu nacional socialista típico de las juventudes hitlerianas.
Sin embargo, fue tal la maestría de su composición que la letra es rica en significado ideológico.
El sol en el prado es veraniegamente cálido
El ciervo en el bosque corre libremente
Una de las cosas por las cuales Alemania es conocida en el imaginario global, es por sus bosques de cuentos de hada, ya que no por nada los hermanos Grimm recopilaron varios de esos cuentos de la tradición oral germánica. Cabaret inicia con el «desorden moral» del Kit Kat Klub, como analogía de la decadente República de Weimar, que eventualmente es puesto en orden al final de la historia gracias al ascendente partido nazi. Quizá ésta sería una forma de interpretar «el ciervo corre libremente» como el estado natural y salvaje que todavía no ha sido disciplinado, pues lo que sigue tiene un significado incluso más claro.
Pero reuníos juntos para saludar a la tormenta
El Mañana me pertenece
Antes de explicar el significado, hay que aclarar que la SA Nazi desempeñó desde los inicios del partido el rol de matones callejeros que vandalizaban a cualquier persona que no compartiera los ideales nazi. Por ello, Saludar a la tormenta tiene un doble significado en alemán, pues su palabra de origen Sturm tiene dos acepciones: Tormenta o Asalto, ergo:
- La tormenta como un cambio revolucionario en la sociedad.
- Como bienvenida a la División de Asalto Nazi como agente de cambio y unión popular.
La rama del tilo es frondosa y verde
El rin da su oro al mar
Pero en algún lugar una gloria espera inadvertida
El Mañana me pertenece
Los antiguos alemanes, antes de su conversión al cristianismo, tenían una relación espiritual muy profunda con los arboles y ríos. Al no contar con templos, los bosques eran su conexión con los dioses. Aparte del roble, el tilo tiene un profundo significado en la mitología germánica, pues este árbol sirve de punto de conexión con la diosa Freya.
Por otro lado el rin, el río más importante de Alemania, que históricamente sirvió como frontera entre el mundo romano y el germánico, en la canción dice que esparce su dorada influencia en el mundo.
O Patria, patria, enséñanos el signo
Que tus hijos han esperado ver
El Mañana vendrá cuando el mundo sea mío
El Mañana me pertenece
Creo que ya no tengo que dar mayor explicación para la última estrofa.
Cuando escuchamos una canción como esta, creo que no podemos evitar sentir un compañerismo además de un sentimiento de algo grande y trascendental. Esto es difícil de explicar pues las palabras quedan cortas. Pero así es como se inocula la ideología en las mentes y corazones de las personas. En el momento que nos conectamos en comunión con los demás cantantes, es ese el momento en que las líricas se introducen en nuestra alma.
A veces son necesarias solo tres estrofas para levantar la mano derecha.
Radwulf
17/10/2018