«Los hombres no deberían ver los escotes de las mujeres. Tenemos que educarlos».
Ayer tuve el honor de escuchar esas palabras de la boca de una chica argentina.
Sé que el feminismo está cada vez acaparando más terreno y consiguiendo más victorias en los países sureños de Sudamérica.
Si hay alguien en este país que se regocijará el día en que cualquier rastro de machismo desaparezca, seré yo (aunque dudo que llegue vivo a ese día).
No puedo evitar sentir placer cuando una mujer le da una buena cachetada al típico imbécil sexista que uno encuentra de vez en cuando en las calles de la gris Lima.
Sin embargo, el comentario que escuché ayer desborda en tanta hipocresía que el mismo Arzobispo Cipriani se sonrojaría (sí, ese mismo hijodeputa) .
Quiero dejar claro que yo apoyo fervientemente el movimiento feminista free-the-nipple. ¿Cual es el objetivo de ese movimiento? Su objetivo es descriminalizar la libre exposición de los senos en público.
Para aquellos lectores que se escandalizan por un pezón femenino, dejadme recordaros que en el pasado los hombres también lucharon para tener el privilegio de exponer sus pezones en público. ¿Suena poco creíble? Recurrid a San Google que los instruirá con su vasto conocimiento.
Yo sueño con una sociedad en que hombre y mujer puedan caminar durante un sofocante verano sin tener un polo o bividí encima, sin necesidad de ser vistos de una manera lasciva.
Este sueño podrá sonar un tanto utópico respecto a una sociedad tan retrógrada como la nuestra, sin embargo no perderé la esperanza.
Por otro lado, por paradójico que suene, yo encuentro repulsivamente hipócrita que ciertas mujeres que se visten de manera provocativa revelando parte de su trasero, muslos, y senos; se escandalicen cuando un hombre les lanza una mirada a esas partes de su cuerpo.
Creo que sí es necesaria una buena dosis de autocontrol al tratar con una dama. Yo comparto la opinión que mirar intensamente al escote de una mujer es algo molesto e incómodo. Creo que una mirada discreta y un halago adecuado es lo correcto.
Pero el hecho que ciertas mujeres usen un escote extremadamente provocador y den por hecho que nadie les va a mirar los pechos, es lo mismo que yo ande con la cremallera parcialmente abierta y que me sorprenda al recibir tantas miradas.
Me pregunto como sería invertir los papeles y que lo hombres hagan eso. ¿Nos meterían a la cárcel por indecentes? Por paradójico que suene, así sería, sin importar lo machista que sea nuestra sociedad.
Una mujer que usa un escote y que se escandaliza cuando un hombre le lanza una mirada a sus pechos, es igual de consecuente que un chico que lleve un polo de los Beatles y que se ofenda cuando su interlocutor se refiera a ellos.
Radwulf
02/09/2018