La Situación en Alemania – En vísperas de la posible oscuridad

La primera vez que escuché del AfD fue en una clase de alemán en el Goethe-Institut de Lima. Mi profesor de aquel entonces, Herr Maier, describió a dicho partido como el equivalente ultraderechista de Die Linke (La Izquierda) en la Alemania del Este. Según su punto de vista, el SPD (socialdemócratas), un partido que antiguamente era el favorito de buena parte de la clase trabajadora en Alemania occidental, sería la versión moderada y democrática de los radicales de Die Linke.

Esta observación siempre me pareció curiosa, pues, tiempo después, di con un video de un YouTuber que se «aventuró» a grabar las reuniones «secretas» de los socialdemócratas para demostrar que, detrás de la fachada de moderados, en realidad serían radicales de izquierda, pues a puertas cerradas estarían cantando La Internacional a todo pulmón.

¿No es esto un tanto paradójico?

Solo hay que leer algunos de los comentarios debajo del video para darse cuenta de que algo no cuadra:

  • Que el SPD aún se atreva a cantar la canción.
  • El SPD ha traicionado al movimiento: ni siquiera deberían estar pensando en esta canción.
  • No soy médico, pero sospecho esquizofrenia.

La gran queja no era que «los del SPD sean secretamente comunistas», sino precisamente todo lo contrario: ¿cómo es posible que un partido que ha abandonado sus raíces aún se atreva a cantar La Internacional?

Hace unos días obtuvimos los resultados de las elecciones, y el panorama es más que preocupante.

El AfD, el partido neofascista alemán, ha alcanzado 152 escaños, y es la primera vez que un partido que no sea la CDU/CSU (los conservadores) o el SPD ocupa una posición tan alta.

¿Cómo se ha llegado a esto?

Sí, es cierto que los sectores más rancios de la sociedad alemana forman parte del electorado del AfD. Sin embargo, la mayor parte de sus votantes está conformada precisamente por aquellos que, tradicionalmente, hubieran apoyado a los partidos de izquierda: granjeros, trabajadores, jornaleros, gente de bajos recursos, etc.

A pesar de que Alemania es un país rico, hay un gran sector de la población que no la está pasando bien. Hace un tiempo trabajé en la cocina de un Kindergarten, y mis colegas eran señoras de sesenta y tantos años con problemas en la espalda, obligadas a trabajar ocho horas de pie. Me pregunto si los políticos que quieren empujar la edad de jubilación a los setenta años estarán también dispuestos a trabajar bajo esas mismas condiciones.

En otro trabajo, tuve una colega cuyo empleo principal era de cajera en una gran tienda y que tenía una chamba part-time para poder vivir apenas por encima del nivel de subsistencia. ¿No se supone que con un solo trabajo debería ser suficiente?

Antes de que alguien me lance la perorata de que Latinoamérica está peor, diré que sí, efectivamente, no hay punto de comparación. Aquí en Alemania todavía es factible ser estudiante y, al mismo tiempo, trabajar sin ser explotado laboralmente. Trabajando nueve días al mes como cableador en la televisión alemana —el puesto más bajo en la jerarquía— se puede ganar suficiente dinero para vivir como estudiante durante un mes sin muchos problemas.

Pero, como dije, todavía es factible. Todavía.

La pregunta es: ¿por cuánto tiempo?

A medida que la población envejece, este tiempo se acorta. Sin embargo, ciertos sectores conservadores de la sociedad se niegan tozudamente a aceptar que su país natal sea un destino migratorio. ¿Es que acaso han perdido el sentido de la vista? Alemania ya es un país de inmigrantes, y esto ha sido así desde hace años. En la universidad, en el trabajo, en el supermercado, uno encuentra turcos, griegos, rusos, latinos, etc. Aquí convergen personas de los lugares más recónditos del mundo, y se escuchan todo tipo de lenguas en el día a día.

Hasta hace unos años, conseguir la residencia permanente o la ciudadanía alemana era un dolor de cabeza. El año pasado, finalmente se relajaron las restricciones gracias a la coalición del SPD con los Verdes y la FDP.

Ahora que la CDU (Unión Demócrata Cristiana) ha vuelto a ocupar el primer puesto, Merz (el actual líder y sucesor de la respetada Merkel) tiene planeado anular estas medidas. Con las regulaciones anteriores, se necesitaban ocho años para obtener la ciudadanía; ahora, son solo cinco o tres en casos excepcionales. Antes, al terminar la universidad, estabas obligado a encontrar un trabajo directamente relacionado con lo que habías estudiado. Eso significaba que, si habías estudiado literatura pero encontrabas empleo en informática, no podías quedarte. Ahora, siempre que el trabajo sea regularmente cualificado, puedes quedarte y, en dos años, solicitar la residencia permanente.

No voy a hablar del caso de los refugiados, pues para eso sería necesario otro artículo. Pero, ahora respecto a la integración de los inmigrantes con formación universitaria en Alemania y a sabiendas que la República Federal de Alemania requiere a gritos un aprox. de 400.000 nuevos immigrantes al año, ¿alguien podría explicarme por qué se le ocurriría a la CDU revertir los cambios de la administración anterior? ¿Es esto en serio?

Me temo que aquí no veo respuestas nuevas ni mejores métodos de regulación. Lo único que veo es una regresión a un sistema vetusto que lo único que ha generado es la pérdida de personal cualificado, formado en universidades públicas alemanas (pagadas con el dinero de todos), que ha preferido emigrar antes que quedarse en Alemania.

Con todo el respeto que le tengo a ciertos políticos de la CDU, y el profundo aprecio que siento por conocidos y amigos que militan allí, lo siento mucho, pero el señor Merz no tiene una respuesta razonable para regular la inmigración, y los votos que acumuló el AfD el mes pasado lo confirman.

Debido a la situación actual, ya no se pueden hacer acuerdos en «el punto medio» o «la mitad dorada» (die goldene Mitte). Lo peor de todo es que ese «punto medio», que suele ser el estándar a alcanzar en muchas democracias occidentales, ya no es garantía de nada.

Imaginen el siguiente caso hipotético:

En un país ficticio, existen solo dos partidos políticos: uno de demócratas moderados y otro de la peor calaña de racistas.

Eventualmente, surge la pregunta: ¿qué hacemos con los judíos de nuestra población?

Por un lado, los demócratas moderados desean implementar medidas contra el antisemitismo; por otro, los racistas quieren exterminarlos.

Finalmente, tras tensos debates en el parlamento, ambos partidos hacen concesiones y llegan al «punto medio»:

De ahora en adelante, los judíos podrán vivir y trabajar en el país, pero no podrán salir de sus casas ni ser vistos en las calles. Les estará prohibido interactuar con los ciudadanos, y de ninguna manera se reconocerá su existencia.

¿Es ese «punto medio» la alternativa que tendremos?

No se puede incurrir en compromisos de ningún tipo en situaciones así. No puedes ser «moderado». La única respuesta ética solo puede ser estrictamente radical.

Creo que esa ha sido, en parte, la razón por la cual Die Linke ha duplicado sus votos en esta última elección.

Medidas que generalmente serían bandera del Partido Republicano en Estados Unidos, como la reducción de impuestos en productos básicos, el otorgamiento de permisos de trabajo a todos los inmigrantes o refugiados desde el primer día (algo que ya se aplica en EE.UU.), y, por último, el proyecto Housing First, que redujo la indigencia en Finlandia a la mitad (y que también surgió en la «cuna del capitalismo», EE.UU.), son precisamente las propuestas que los «radicales» de izquierda han presentado a la población.

¿Qué ha tenido que pasar para que medidas que antes eran consideradas moderadas hoy sean vistas como radicales?

Ha llegado el punto en que los partidos tradicionales de Alemania van a tener que implementar cambios innovadores en favor de la mayoría de la población. De lo contrario, será inevitable que el AfD siga incrementando su influencia en el Bundestag.

No queda de otra, pues sino estaremos a visperas de una era de oscuridad.

Escrito por Raúl Valero

08.03.2025

Fuentes:

https://www.bpb.de/themen/wirtschaft/zahlenbitte/552872/2-wie-viel-zuwanderung-braucht-deutschland/

https://www.cdu.de/aktuelles/cdu-deutschlands/gemeinsames-wahlprogramm-von-cdu-und-csu/

https://www.die-linke.de/bundestagswahl-2025/wahlprogramm/

https://www.diw.de/de/diw_01.c.936260.de/nachrichten/deutschland_braucht_400.000_migranten_____pro_jahr.html

Autor: Radwulf93

My name is Raúl Valero and I was born just next to the great Titicaca lake in the peruvian side of the border. Since I was fifteen years old I have shown interest for movies and in my early twenties for languages in general. I'm deeply in love with cinema and european languages alike. "Kinolingua" stands for "Kino", that is "cinema" or "movement"; and "lingua", for "tongue" and "language". I was thinking about writing a long biography, but I guess it would be just an egocentric literary jerk-off. If you have any questions about me, feel free to write me an e-mail to "[email protected]" . I hope you enjoy my blog. Sincerely, R.

Un comentario en “La Situación en Alemania – En vísperas de la posible oscuridad”

  1. Es una pena ver ese tipo de propuestas. Especialmente en un país donde se supone todo debiera ser mejor pensado, que necesita de migrantes.

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