La historia es perfecta, inmaculada, fluida y a la vez violenta. Mariposa Negra es una historia de lucha, esperanza, y al mismo tiempo de un sangriento saldo de cuentas.
Melania Urbina interpreta a la esposa de un honrado juez que es brutalmente asesinado. Cuerpo desnudo, sabanas blancas, máculas oscuro rojizas, piel y carne abiertas, una pesadilla sacada de un cuadro de Bacon… eso es lo que ve Gabriela (M. Urbina), joven y tierna maestra de aún 26 años al descubrir el cuerpo de su marido.
Corren los años noventas, es la dictadura fujimontesinista, y un diario amarillista se burla de aquella cruda tragedia. Gabriela se presenta ante el diario y vocifera su rabia e indignación al jefe de prensa. Mientras tanto, Ángela, una joven periodista nihilista del periódico, totalmente apática de la vida, escucha todos sus descargos. Ya en la noche, a la salida, encuentra a Gabriela esperando a las afueras de la oficina con la esperanza de afrontar al escritor del artículo difamatorio. Ángela, sin ningún pelo en la lengua, se revela como la autora argumentando que ella solo escribe basura para un tabloide basura. Histérica Gabriela le recrimina por lo que hizo. De alguna manera Ángela se compadece de ella y la lleva a un bar a hablar, suponiendo que le va a pedir que escriba «la verdad» y que limpie el nombre de su ya fallecido marido.
Lo que no se imagina es que, le va a pedir su ayuda para acabar con la vida del responsable directo de la muerte de su amado, le va a pedir ayuda para matar al hombre más ruin, corrupto, y cruel, del gobierno, le va a pedir ayuda para matar a, nadie más ni nadie menos, que a Vladimiro Montesinos Torres.
Desde el inicio hasta el final la historia fluye de manera sucesiva y natural. Los eventos de la historia se desenvuelven por si solos sin ningún elemento forzado. Al igual que un arquitecto virtuoso, que se ocupa de cada detalle de su obra, Giovanna Pollarolo hizo un trabajo destacado en la adaptación de la historia original del escritor Alonso Cueto, a la pantalla cinematográfica, cuidando cada movimiento en los tres actos de la historia.
Las actuaciones de Melania Urbina y de Magydel Ugaz, componen casi el setenta u ochenta por ciento de toda la película. Melania Urbina, encarna con maravilloso talento el papel de una joven y dulce mujer que mueve montañas para llevar a cabo su sangrienta venganza, transformándose así misma en una mariposa negra sedienta de justicia. Magydel Ugaz, literalmente fue el personaje de Ángela. Como su nombre lo indica es el Ángel que guía a Gabriela por los senderos espinados de un mundo sucio y peligroso, que ella conoce como la palma de su mano. La dinámica de ambas, jamás la había visto en alguna película peruana. Mi más profundo respeto a ambas actrices.
El trabajo de Lombardi, Paco Belda, y Roberto Benavides; fueron los que dieron las mejores imágenes y el mejor subtexto visual que jamas haya visto en el cine peruano. Literalmente lograron hacer poesía de un thriller.
Recomiendo está película a cualquier amante del cine policíaco. Son pocas veces en Perú que una cinta supera todas las expectativas de la audiencia. Mariposa Negra es el mejor bocado que uno puede tener del cine peruano del siglo XXI.
Escrito por Raúl «Radwulf» A. Valero Chávez
21/03/2017
La ví ayer, y simplemente me pareció genial. De comienzo a fin me tuvo en suspenso, y Melania me pareció increíble..