Pregúntate esto: ¿qué conoce tu mejor amigo o amiga de ti, que tus otras amistades no? ¿Tienes la respuesta? Sí ya la tienes, entonces ya has dado con la respuesta del título.
Los seres humanos solo podemos amar a otros seres, con los cuales empaticemos. Entonces, he aquí la cuestión… ¿empatizaríamos con una persona amable, sonriente, cálida, y… perfecta? Independientemente que tales personas sean agradables en un inicio, la verdadera empatía requiere otro elemento: el lado oscuro del alma o en todo caso los defectos y «fallas».
Tomemos por ejemplo al personaje de Holly Golightly interpretado por Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes (Breakfast at Tiffany’s). Ella es una socialité que se acuesta con cualquier hombre que pueda mantener su estilo de vida y trata de no involucrarse sentimentalmente con nadie. A pesar de ello, (notad el «a pesar de ello»), ella se enamora de su vecino y poco a poco, empieza a develar sus características positivas como persona además de sus sueños y debilidades. Este personaje es empatizable, porque logra emular la complejidad y contradicción humana.
Tomemos otro ejemplo… a Hannibal Lecter. Él es un brutal asesino en serie, que incluso se alimenta de los cuerpos de sus víctimas. A pesar de ello, él siente simpatía por Clarice Starling y la ayuda a encontrar un asesino. Además Lecter, como cuenta él en las sagas, prefiere matar a los abusivos o prepotentes. No solo eso, pero él posee una cociente intelectual muy por encima de la media y posee vastos conocimientos de todas las materias; desde química y biología hasta historia y filosofía.
Independientemente que un personaje cumpla el rol de villano o héroe, tiene que ser multi-dimensional.
Todos los seres humanos somo multi-dimensionales, porque aunque seamos buenos o malos, poseeremos características malas y buenas.
Nuestros mejores amigos, son cercanos a nosotros porque conocemos «ambos lados de su historia». De otra forma no serían nuestros mejores amigos.
En conclusión, si uno desea escribir un guion tiene que tomar lo mencionado en cuenta a la hora de escribir los personajes. En especial los protagonistas DEBEN ser multi-dimensionales. Los secundarios o terciarios pueden quedar como clichés, pero no los primarios.