Hay una clara dicotomía entre ser un fiel seguidor de Cristo, ir a misa todos los sábados, y ser un hereje, pagano, o apóstata pecador, que haya tomado birras, bailado perreo y fornicado los viernes en la noche.
Para mi siempre lo fue así. O bien eras cristiano (en mi caso católico) o bien eras un liberal sexual condenado al infierno…. hasta que conocí a Andreas.
Andy, como lo conocen sus amigos, es uno de los muchos voluntario alemanes que son enviados a ayudar en proyectos sociales y ecológicos de todo el mundo. Lo conocí el año pasado pues hacía voluntariado en Pichanaki.
Él es natural de un pueblo aledaño a Hamburgo y creció en una familia religiosa. Sus padre y su madre son pastores luteranos.
Para aquellos lectores cristianos que ignoran lo que es el Luteranismo, esta religión cristiana es la tatarabuela probable de los ritos que practican hoy en día todos los sábados.
Allá en el siglo XVI, Martín Lutero, un monje alemán agustiniano, publicó sus 95 Tesis, donde criticaba duramente a la iglesia católica por la venta de las bulas papales.
¿Qué eran las bulas papales? Eran papelitos, que te vendía la Iglesia Católica, con los cuales se te aseguraba tu entrada al cielo.
Lutero inició el primer movimiento protestante exitoso en Europa Central, y partir de él surgieron otras agrupaciones cristianas que se rebelaron contra el status quo de Roma.
En términos más simples, si todos los sábados vas a tu agrupación cristiana, Martín Lutero tuvo algo que ver indirectamente con la fundación de tu Iglesia.
La primera vez que escuché que Andy venía de una familia religiosa, los típicos estereotipos se me vinieron a la mente: es virgen, no toma alcohol, no toma drogas, es un niño sano, sus papás le prohibían todo.
Curiosamente él era todo lo contrario.
Él era muy coqueto con las chicas peruanas, sabía de hip hop y rap; además de que tenía casi siempre una gran sonrisa en su cara.
Alcohol, sí; Yerba, sí; Diversión con las chicas, sí; ¿ateo hijo del diablo?, no.
Hay varias cosas en la Biblia que hoy ninguna persona con dos dedos en la frente haría. ¿Acaso condenados a los adúlteros a pedradas?
Sí fácilmente se puede «reinterpretar» la Biblia de mil un formas, ¿por qué tomarse tan en serio lo del sexo post-matrimonial?
Dios nos ha dado varias tecnologías de prevención de embarazos.
¡Oh! ¿Ahora los anticonceptivos son obra del diablo? ¡Qué conveniente! Si ya no sacrificamos animales, ni matamos apóstatas, ¿por qué demonios no podríamos tomar alcohol o tener sexo?
¿Acaso eso nos hace seres abyectos e impuros?
¿Realmente?
Radwulf
26/2018