Este tema ha causado demasiado revuelo en las redes sociales y -a decir verdad- no me sorprende. Aunque que no condono los hechos vandálicos a la primera estatua que se erigió, puedo comprender la molestia que esta causó en ciertos grupos conservadores. Yo no creo que como sociedad e incluso como individuos estemos libres de tabúes. Todos tenemos tabúes o somos sensibles a algo. No importa si en un extremo tenemos a una cristiana no-denominacional que se sonroja ante un cuerpo desnudo, pues en el otro extremo tendremos siempre al epítome de una progre que se ofende con bromas políticamente incorrectas. Nadie se escapa de eso.
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La decadente opinión de S. Sontag
¿Cuantos cinéfilos más van a rascarse las vestiduras? ¿Cuantos más se extirparán los ojos? ¿Cuantos de ellos seguirán haciendo la pataleta?