La característica más resaltante de Dogville es su innovadora e imaginativa (literalmente hablando) propuesta escenográfica.
Casi todo el pueblo ha sido DIBUJADO sobre el piso, como un croquis hecho sobre la pizarra de algún salón de clases.
La falta de recursos monetarios es la madre de la creatividad más audaz. Asumo que por un lado Lars Von Trier prefirió gastar los recursos de producción en un elenco excepcional, que en construir casa prefabricadas y ambientarlas.
Por otro lado, dudo que LVT solo lo haya hecho por motivos económicos, sino también por motivos estéticos y narrativos previamente calculados. El estilo escenográfico de Dogville tiene sus raíces enterradas firmemente en el Teatro Épico de Bertolt Brecht.
El Teatro Épico es una propuesta artística que consiste en reducir o eliminar la compenetración emocional del espectador con la obra que está viendo, para así hacer que el espectador sea más analítico con el mensaje de fondo.
Para ello se emplea el Verfremdungseffekt o, en castellano, el efecto de distanciamiento que consiste en usar distintos métodos, como el uso de música disonante, el rompimiento de la cuarta muralla, o la revelación previa de la historia por los actores, para evitar que el espectador se sumerja en el mundo ilusorio de la obra.
Muy por el contrario y por paradójico que sea, el efecto de distanciamiento en Dogville no impide que el espectador se involucre con los personajes. Pero si logra que al mismo tiempo el espectador lance una mirada crítica a la historia, lo cual es un hito considerando que todo el pueblo tiene que ser literalmente imaginado mientras se ve la película.
Radwulf
26/11/2018